martes, 10 de noviembre de 2015

ADAPTACIÓN II: Azahara y el barquito de papel

Esta actividad consiste en realizar una adaptación de una historia trabajada en clase, a niños de una edad determinada. En mi caso, he elegido el aula de 4º de primaria, es decir niños de 9 y 10 años.

Los textos folclóricos se desarrollaron y se transmitieron de forma oral a lo largo de la historia. Se narraban al aire libre, alrededor de una hoguera… con el paso del tiempo, estos textos fueron recogidos y empezaron a formar parte de la historia escrita.

Actualmente hay recogidos una infinidad de textos que han sido transmitidos de generación en generación a lo largo de la historia. Algunos de ellos han sido adaptados para la etapa de Educación Primaria, sin tener un valor moralizante, pero con un objetivo de ocio para los alumnos.

Se siguen transmitiendo de forma oral ya que  toda su historia se ha realizado de esta manera, no tienen autor, es decir, son anónimos;  y no tienen una versión fija. Pero lo que si se intenta es respetar su esencia y los elementos principales de estos.

La siguiente adaptación es del relato de “Toda clase de pieles” de los hermanos Grimm. Y como ya he mencionado, va dirigido a niños de 9 y 10 años, así que se ha adaptado en tema, personajes y contenido, pero respetando siempre el esquema original.

Y… empezamos con la historia. ¡Espero que os guste!

Hace muchos años, en un reino muy muy lejano, vivía un rey y una reina muy felices. Desde su matrimonio todo era fiesta y felicidad. Hasta tal punto que las gentes de su reino estaban agradecidos de estos reyes ya que eran generosos y atendían amablemente las peticiones del pueblo.
Pasaron unos años desde que se casaron y ya la Corte empezó a preguntarse por el heredero al trono. A los dos reyes no les resultó nada fácil, pero finalmente la reina se quedó embarazada. Pasados los meses, la reina dio a luz a una preciosa niña que era igual que su madre, ojos claros, pelo rubio y una piel blanca preciosa, a la que llamaron Azahara. Todo el reino era feliz con la llegada de la nueva princesa, y ella fue creciendo alrededor de toda la gente que la quería. Solía pasar mucho tiempo con su madre y les gustaba hacer figuras de papel como barcos, pájaros…
Pero esta felicidad no duró eternamente, pues la madre de Azahara, la reina cayó enferma. Y antes de morir habló primero con su marido y le dijo:

-         -  Sé que cuidarás y que la querrás por los dos, pero quiero que me prometas que cuando haya crecido lo suficiente la des este anillo que le dio mi abuela a mi madre y ha ido pasando de generación en generación…

El marido, con lágrimas en los ojos aceptó. Luego hizo llamar a su hija, a la que la dijo:

-          - Hija, prométeme que siempre serás feliz.

Azahara, aceptó. Esa misma noche la reina murió y todo el reino se sumió en una tristeza absoluta.
Cuando la princesa cumplió la mayoría de edad, pidió a su padre un regalo. Ella quería un abrigo azul como el cielo que fuera largo y tuviera capucha. Y el rey, que sabía que su hija no había tenido nunca muchos caprichos, se lo regaló. Pero también le dio algo mucho más especial que un abrigo, el anillo de su madre. Este último regalo le hizo muy feliz a la princesa, ya que tenía muchísimos recuerdos de su madre y nunca olvidó su promesa.

Poco a poco el pueblo y la Corte se iban preocupando porque veían que su rey iba envejeciendo y su princesa aún no había elegido un pretendiente que ocupara el puesto de rey y ella no tenía hermanos varones. El rey también empezó a impacientarse. Aunque él veía a su hija feliz y soñadora, sabía que tenía que casarla con alguien rápidamente, antes de que el pueblo se descontrolara. Así que habló con el rey de un reino cercano, que tenía un hijo, el príncipe Rodrigo, para que acordaran el casamiento. 
Pero Azahara, que ya había conocido a Rodrigo y no le parecía el adecuado ni para su vida ni para el reino, rechazó la propuesta. Su padre no hacía más que insistirla para que se casara con él, con alguien a quien no quería y que no la haría feliz.

Una noche, cansada de que su padre la quisiera obligar a casarse con el príncipe Rodrigo, y recordando la promesa que le hizo a su madre; Azahara cogió su abrigo azul y huyó del castillo hacia el oscuro bosque. Al principio fue duro, ya que dejaba atrás su vida, sus amigos, su padre y todos los recuerdos de su madre; pero en ese momento solo pensaba en su promesa: Ser feliz.

Pasó varios días en el bosque, sin comida, sin agua, sin asearse… solo se alimentaba de frutos de los árboles y de agua de algún riachuelo. Todas las noches era cuando hacia el recorrido para alejarse del reino ya que los soldados de su padre podían ir en su busca y devolverla al castillo junto con el futuro que la esperaba allí. Todas esas noches pasaba mucho miedo, porque estaba en el bosque, sola, sin ningún tipo de arma, y rodeada de muchísimos animales, algunos de ellos hambrientos. Cada vez que se le acercaba algún animal salvaje se subía a un árbol y esperaba a que se marchase. De día, Azahara descansaba, metida en algún hueco entre rocas, cuevas o se subía a los árboles; tapada con el abrigo azul como el cielo que la protegía del frío.

Una tarde, Azahara estaba recogiendo frutos de unos árboles cerca de un río, cuando de repente ¡Zas! ¡Una flecha casi la atraviesa! Al ver que alguien podía acercarse a ella e identificarla se fue corriendo a esconderse subiéndose a un árbol y tapándose con el abrigo y cubriéndose con la capucha del abrigo. Y vio que dos muchachos fueron corriendo a ver qué era lo que se había intentado esconder en el árbol. Uno de ellos quería lanzarle una flecha para matarlo y llevarlo para comer, pensando que era un animalillo del bosque. Pero el otro, no quería matarlo, solo saber qué era. Así que sacó un trozo de pan y dijo:

-          - ¡Sal! No te haremos daño.

La chica estaba tan hambrienta que salió solo para poder comer algo. Los muchachos al ver que era una joven hambrienta, la dieron el trozo de pan y algo de agua. Luego la preguntaron por su nombre e intentaron que se quitara la capucha para verla la cara, pero ella no quería que la descubrieran por si acaso la reconocían. Aquel muchacho se presentó, le dijo:

-         -  Mi nombre es Juan, y este es mi hermano Mario.

Juan le ofreció ir a su casa para que se asease y comiera algo en condiciones, Azahara que ya estaba cansada de vagar por el bosque sin rumbo fijo, aceptó.

Se pusieron los tres en marcha y llegaron a las afueras de un pueblo, a una casa muy grande en medio de un prado con caballos y una granja. Ella pensó que aquel muchacho tenía que ser una persona muy importante para tener tantas cosas. Cuando llegaron a la casa, le pusieron a Azahara algo de comer y la dejaron que se aseara. Como vieron que la muchacha podía haber estado viviendo en el bosque sin casa y sin nada para vivir, le ofrecieron trabajar en esa casa como doncella, a cambio de sus servicios ella podía vivir en la casa. Así que ella aceptó, pensó que antes que volver a su reino prefería quedarse con alguien que la había ayudado.

Esa casa era la propiedad de un famoso mercader que se pasaba meses viajando y esos dos muchachos, eran sus hijos. Tampoco tenían madre ya que esta había muerto en el parto del hijo menor; y en la casa solo vivían ellos tres y el cocinero y una señora mayor que se encargaba de limpiar la casa.

Azahara para nada se quitaba su abrigo con su capucha ya que aún no estaba segura de que nadie la reconocería. Juan estaba siempre pendiente de ella, de que estuviera bien y a gusto en aquella casa; y sobre todo tenía mucha intriga sobre cómo se llamaba y de donde venía.

Pasaron semanas, y de repente llegó el mercader, el padre de Juan y Mario, con una gran noticia: había conseguido cerrar un negocio en un país e iba a expandir su comercio. Para celebrarlo hizo una gran fiesta con todas las personas del pueblo, pero no era una fiesta cualquiera, fue una fiesta de máscaras e iba a durar tres días. En paralelo con los éxitos de aquel mercader, Azahara se había enamorado de Juan, ya que era un chico que desde el principio estaba pendiente de ella y había sido muy amable con ella, siempre estaba pendiente de que estuviera bien, pasaban mucho tiempo juntos hablando de lo mucho que les gustaría viajar y volar para ver todo desde las alturas. Y a pesar de que ella era una doncella que trabajaba en aquella casa, él también se sentía algo atraído.

Cuando Azahara se enteró de la gran fiesta, pensó que era una buena ocasión para acercarse a Juan y conseguir enamorarle. Así que se dispuso a preparar su vestido y una máscara para poder ir al baile sin ser reconocida por nadie y sin que nadie lo supiera.

La primera noche, mientras Juan estaba en su cuarto preparándose, Azahara le dejó un barquito de papel, uno de tantos que había practicado con su madre. Lo dejó a la entrada de su cuarto, llamó a la puerta y salió corriendo. Juan abrió la puerta, pero solo se encontró con el barco de papel. Se quedó muy extrañado ya que nunca había visto nada igual y no sabía quién se lo podía haber dejado, lo recogió y lo dejó encima de su mesilla de noche. Cuando llegó la hora del baile Azahara y Juan estuvieron bailando juntos mucho rato, solo que él no sabía con quién bailaba exactamente. También hablaban, y se iban dando cuenta que tenían muchas cosas en común.

Al día siguiente justo antes del baile, Azahara preparó un pájaro de papel y repitió lo mismo que la noche anterior. La dejó a la entrada del cuarto de Juan, llamó a la puerta y corrió. Al abrir la puerta, Juan encontró un precioso pájaro de papel que le gustó mucho y cada vez estaba más intrigado de saber quién era el que dejaba esas maravillosas figuras en su puerta. Así que cogió el pájaro y lo dejó en su mesilla al lado del barco. Esa noche, Juan estaba más distraído pensando en la persona que le había dejado las figuritas de papel, aun así bailó con la chica de la máscara del día anterior.

Llegó la tercera noche y Juan, que quería saber la persona que le hizo el barco y el pájaro de papel, dejó la puerta abierta mientras se preparaba. Pero Azahara, cuando intentó ir a dejarle un último regalo, al ver la puerta abierta se retiró al baile. Juan que había esperado impaciente ese regalo, se quedó triste y perdió la esperanza de saber quién sería. Aun así estaba con fuerzas porque iba a ver a su chica de la máscara. Esta vez quería darle un regalo, un reloj que le había dado su abuelo. 

Entonces cuando la vio así lo hizo, le entregó ese reloj y le contó la importancia que tenía para él.
Al final de la noche, Azahara tenía el reloj que era tan importante para Juan y el anillo que le había dado su padre de cuando su madre se murió. Así que ella no perdió la esperanza y al terminar la fiesta se puso su abrigo azul como el cielo y fue hacia el cuarto de Juan para dejar un último regalo, su más preciado recuerdo de su madre, el anillo. Pero cuando este tocó el suelo, se abrió la puerta y apareció Juan. Él no podía creer lo que estaba viendo, la chica del abrigo a la que había ayudado en el bosque, dejando el anillo en su puerta y con el reloj que él había dado a la mujer de la máscara. Se quedaron ambos mirándose a los ojos, en silencio… hasta que el príncipe rompió ese silencio para decir:

-          - Eras tú todo este tiempo.

Modificaciones realizadas y puntos que se han dejado del cuento original

Como ya he mencionado al comienzo de la actividad, esta adaptación considero que va destinada a niños de 4º de Primaria. Por lo tanto las modificaciones que he considerado son:

- En primer lugar les di un nombre a los personajes principales, Juan y Azahara, porque así, los niños de esta etapa, empatizan mejor con los personajes.

- Por otra parte, la sustitución del tema del incesto por otra situación. La nueva situación que he propuesto es que el padre quiere obligar a la princesa a casarse con alguien a quien no ama, y de ahí el conflicto con su padre. Este cambio lo he realizado porque el tema del incesto no es apropiado para estos niños.

- He cambiado también el nivel social del personaje masculino ya que me pareció apropiado introducir a un personaje corriente que no sea la relación entre príncipe y princesa.

He mantenido el conflicto entre el rey y la princesa (aunque el motivo sea diferente), la promesa a la reina, la huída de la princesa ante la situación a la que tiene que enfrentarse con el padre, los objetos que van guiando la historia entre la princesa y el hijo del mercader, la vivencia de la princesa en el bosque, el encuentro con un chico y la astucia de la princesa para llegar hasta él y enamorarle.

Otros aspectos que también he decidido mantener es la muerte de la madre de Azahara ya que los niños son capaces de afrontar una situación similar de un personaje que no aparece mucho en la historia por lo que no se identifican ni identifican con nadie cercano.




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